Donald Trump está utilizando las protestas en Los Ángeles para mostrar las armas de su arsenal antidemocrático. Unos disturbios que pudieron haber sido manejados y controlados por las autoridades locales –el gobernador de California, Gavin Newson, y la alcaldesa de Los Ángeles, Kerem Bass, ambos del Partido Demócrata, junto con la policía del Estado y de la municipalidad–, se han convertido en la excusa para que Trump –pasando por enci