Nuevamente escribo estas líneas antes de que el Athletic dispute el partido de vuelta de los cuartos de final de la Europa League ante el Glasgow Rangers en San Mamés. Aunque ahora mismo desconozco lo que ha ocurrido, estoy convencida de que aquellos y aquellas que me estéis leyendo ahora mismo lo hacéis con una sonrisa de oreja a oreja porque los leones habrán conseguido el pase a semifinales tras vivir otra noche mágica en la Catedral. Es por ello que