Mereció más el Athletic el pasado martes en Praga. El empate final hizo y no hizo justicia a tenor de lo visto a ras de césped. El cero a cero fue la consecuencia lógica de que ninguno de los dos contendientes fuese capaz de ver portería. Los de Valverde, pese a todo, dispusieron de muchas más ocasiones que los locales para haber perforado el marco rival. Los porteros, cierto es, también juegan.Seguir leyendo...]]>